viernes, 30 de julio de 2010

Viento

El viento de la playa
trae,
de vez en cuando,
besos noctunos en la arena
y en las hamacas,
abrazos furtivos
de amantes
que se conocieron
esa noche
entre sorbos
de ginebra y soledad.
El viento de la playa
trae
de vez en cuando
la juventud que renace,
impertinente.

8 comentarios:

Juanma dijo...

Maravillosamente impertinente (no en todos los casos, ya...pero no rompamos la poesía).

Esos sorbos de ginebra y soledad, viejos amigos.

Un fuerte abrazo.

Las hojas del roble dijo...

La juventud, Juanma, que es hermosa.
Un abrazo

maile dijo...

La juventud y ese viento, que seguro que no es el del Estrecho que se lleva los besos y te deja solo la arena.

Juventud, divino tesoro.

El alegre "opinador" dijo...

Y el viento de la playa, además de arena, trae polvos playeros... Yo pensaba que iba a acabar así, pero te veo tela de comedido.
Hermoso, Julio.
Un abrazo.

Fernando Moral dijo...

Y a veces el viento mueve las hojas del roble armoniosamente, como ahora.

Un abrazo, maejtro.

América dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
América dijo...

Me ha encantado...entre sorbos de café,mi lista y esas letras maestro que bordan la tarde calurosa.
Y lo dejo hasta aquí porque no sé que tontería iré a escribir.

De ida y vuelta abrazos.

31 de julio de 2010 22:25

Jesús Cotta Lobato dijo...

Ah, sí, a mí también me los trae el viento de la playa, pero no me había dado cuenta hasta que he leído tu hermoso poema.