El sol cae,
y, cansado de su trabajo,
se baña temeroso en el mar.
Una pareja de gaviotas,
guardiaciviles del atardecer,
carne fresca de los foniatras,
avisa a los últmos bañistas:
el día ha muerto,
mañana resucitará.
Extraños compañeros hacen las circunstancias: el botillo y "Laurus"
-
Estuvieron hace unas semanas varios amigos a comer que me surtieron de bon
vino, quesos, judías blancas y... tachan, botillo y chorizos leoneses.
Lo de...
Hace 1 día
9 comentarios:
Descanse en paz. Brevemente.
Un abrazo.
Hermoso chapuzón solar.
Un abrazo.
Gracias, chicos. Bienvenido, don Lucena
Y yo en la oficina...
Bonito.
Curioso poema, será verdad aquello que pensé una vez de tu poesía.
Me ha gustado Julio.
Gracias, José María.
Espero que lo que pensaste fuera bueno, Javier.
Un abrazo
He dicho que me ha gustado.
Vicentico.
Lo bello de este poema es que basta una pequeña introspección(no sé si este es el termino adecuado) para sentir viva cada imagen que se nos dibuja al leerte.
Seguimos de ida y vuelta.
Publicar un comentario