lunes, 30 de enero de 2017

Manolo y las bolsas

Dicen que uno nota que se va haciendo mayor a medida que el resto del mundo se hace más pequeño. Creo sinceramente que quienes realizan esta afirmación están bastante acertados aunque algo abstractos: existen otros datos que pueden darnos cumplida confirmación de que el tiempo se escapa, y uno de ellos es el número de visitas que realizamos a la farmacia.
Mi amigo Manolo Méndez, de la farmacia de Juan Miguel Palma del Moral (en la calle Miguel de Unamuno, nombre literario donde los haya) sabe mucho de estos asuntos y podría escribir toda una tesis sobre el acompañamiento de la enfermiza clientela.
Hoy, a medias, como se forja la sabiduría de barrio, con el perspectivismo propio de la experiencia cotidiana, hemos llegado a una firme conclusión que podría ilustrar a los despistados sobre el inevitable paso del tiempo: uno de los signos inequívocos de que nos vamos haciendo mayores es el aumento de tamaño de las bolsas de la farmacia. No hay más.