A mediados de los ochenta, y por mediación de
Octavio, un grupo de amigos estudiantes universitarios nos íbamos los veranos a trabajar de camareros a Málaga para sufragar nuestros caprichos del resto del año.
Una de tantas veces, nos acompañó Andrés, un compañero de facultad algo
apretaete. Aquel año, estuvimos
currando en un bar de La Carihuela, propiedad de uno de los muchos ingleses que en la época habían decidido trasladarse a la Costa del Sol.
Andrés, siempre sentimental y enamoradizo, se había quedado prendado de Chelo, una chica algecireña que trabajaba en un pub
after hours que frecuentábamos. Encoñado perdido, decidió pedirle permiso al señor Smith para almorzar con su amada: la idea era irse a las cuatro de la tarde, hora en la que nuestro gerente nos obsequiaba con un frugal almuerzo construido sobre las piezas de
pescaíto sobrantes.
Al quinto día, Andrés fue fulminantemente despedido.
- Pero, ¿qué le has dicho al guiri, alma de cántaro?
- I´m not coming today(`hoy no como´). No entiendo por qué me ha echado...