- Gracias, chaval. No veía la manera de quitarme la etiqueta: lo cierto es que me molestaba bastante.
miércoles, 27 de mayo de 2009
En el ruedo
- Gracias, chaval. No veía la manera de quitarme la etiqueta: lo cierto es que me molestaba bastante.
lunes, 25 de mayo de 2009
Cortes del alma
cuando te duele el cuerpo
y cuando te duele el alma
llora la mía:
y una vecina que hurga
desde el edificio de enfrente
buscando consuelo a su curiosidad,
pidiendo a gritos que la amen
en vidas ajenas.
domingo, 24 de mayo de 2009
El mundo a su medida
No me parece mal que alguien capacitado ocupe un cargo a pesar de no poseer título. Lo que me resulta un disparate es que dos partidos (PSOE-IU) votados por las criaturas (me niego a lo de ciudadanos / ciudadanas, me produce ardor de estómago) manipulen manifiestamente las normas de juego buscando su propio beneficio, o el de sus recomendados.
Qué penita que me entra, Dios mío.
viernes, 22 de mayo de 2009
jueves, 21 de mayo de 2009
martes, 19 de mayo de 2009
A veces
lunes, 18 de mayo de 2009
Benedetti, in memoriam
domingo, 17 de mayo de 2009
Prehistoria literaria
sábado, 16 de mayo de 2009
viernes, 15 de mayo de 2009
La Expo y la repoblación de Andalucía
jueves, 14 de mayo de 2009
La retórica y los hijos
- Nacho, que yo vivo de lo que hablo.
- Pero yo, papá, hablo de lo que vivo...
martes, 12 de mayo de 2009
Confucio en etimología popular
Las palabras de mi silencio
No tengo imaginación para explicártelo
ni me salen palabras del silencio,
porque no sé qué chaleco me pondré
mañana:
ignoro si estará pulcramente planchado,
si me limpiaré las botas, o saldré
como casi siempre,
desnudo de ti.
Y luego el trabajo seco y monótono,
rodeado de perfectos enemigos,
de caballeros
que no montarán mas que en rucho
y de espectros
que sufren la misma pesadez.
Hoy he peleado con mi jefe, y le he dicho
que mi espíritu es mío,
que no me robe los minutos,
que es desgarradoramente triste,
que se pudra, que deserte.
Volví a casa y allí estabas tú,
y de nuevo tu silencio, la misma lámpara,
el beso seco.
En la radio la misma odiosa emisora, son las doce, las once en Canarias.
Los niños pidiendo cariño.
lunes, 11 de mayo de 2009
Pienso
Yo pienso mirando la ventana
silente como una efigie, cansado
de pelearme con mi mundo,
que quizás cuando las ranas críen pelo
pueda regalarte un abrigo de una docena de ellas. Lucirás guapa en la plaza,
te gustarán mis versos.
Gozaremos al contar los días del batracio,
escribiremos un horóscopo chino para que nos contraten
en Antena 3 a presentarlo. Nos pondremos un gorro de vietnamitas,
tendremos
nuestro propio número de pago,
y muchos imbéciles nos llamarán
para que les adivinemos el futuro.
Entonces, gloria suprema, los despreciaremos.
domingo, 10 de mayo de 2009
jueves, 7 de mayo de 2009
Carmela
Son palabras muy sentidas, salidas del recuerdo de un niño que tuvo que vivir sus primeros años en un pueblo de Cádiz , en el instituto cuya directora era su madre.
A aquella señora que me cuidó y frenó mi innato nerviosismo le vuelvo a dedicar estas letras, desde lo más profundo del alma.
Mi infancia, memorias
de un patio reseco de pueblo,
de un niño jugando, de una cerca
en la que matábamos el tiempo ( qué ilusos).
De una vía abandonada
por la que nunca quiso
pasar ningún tren.
De la vieja Carmela,
que en su sabiduría popular
me enseñó a no dar palos de ciego,
a sonreír sin orgullo, a llamar al perro galgo,
a comerme la pena,
a lavarme el cuerpo cada mañana
y el alma cada noche.
Cuando me despedí de ella,
se me rompió un trozo del pecho,
y lloré, y crecí, y la capital me llamó,
serena pero autoritaria, cargada de ansiedades,
estrés, pena y melancolía.
Y en la ventana de aquel viejo instituto
Carmela seguía sonriendo,
aquella vieja con corazón de niña...
Su marido se lo llevó una bala
Aún lloro su ausencia.martes, 5 de mayo de 2009
Fantasmas en el blog
domingo, 3 de mayo de 2009
sábado, 2 de mayo de 2009
Neolaia, la juventud
Me dijo que me encontraba más joven que en las fotos interneteras, y eso, en un primer momento, me halagó (algo me queda de ego), pero, poco rato después me puse a pegarle al coco, vamos, a comerme la cabeza, porque, cuando nos regalan eso, el hecho de que somos mayores se hace evidente y uno no sabe si los más jóvenes le dicen esas cosas de verdad o por cortesía. En cualquier caso, tengo que decir que sentí un soplo de juventud. Gracias, guapísima.