Nunca te bañarás dos veces
en las mismas lágrimas de mujer-
sapiens dixit-
ni acariciarás en varios momentos
la misma piel de sus manos.
La prosa de la vida se impone
como el capataz
a la tropa
de albañiles sudorosos;
manda la antiestética.
Y el amor,
fermentado por los años,
se corrompe
en un viejo vaso
sucio como tú.
UN BALÓN AL AIRE
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La ducha caliente después del partido. Ese era el momento que llevaba
esperando toda la semana porque para entonces, pasase lo que pasase, ...
Hace 5 horas

2 comentarios:
Mariquita, ¿dó estabas? ¡Nos tenías farticos!
Como siempre un gran poema con un final demoledor.
Un abrazo, amigo.
¿Has visto, Alonso, como se hace de querer? Se lleva más de un mes sin aparecer y luego nos mete esos dos primeros versos de knock out. Lo dicho, un mariquita.
Abrazos.
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