Hay tribus urbanas
que piensan
que una flor marchita
simboliza el fin del mundo.
Otras,
que brincando por las azoteas
podrán robarle
besos a la luna.
Unas terceras,
inocentes como pájaros,
escriben poemas de amor
al dorso de los billetes...
Cuánta estulticia, Dios santo.
EL ALMA DE LA MÚSICA
-
*Recuerdo, por ejemplo, de la época de mis primeros años de juventud,
que un día nuestra cocinera, con lágrimas en los ojos, irrumpió en la
...
Hace 9 horas
4 comentarios:
Y que usted lo diga, maehtro. Qué bueno.
Sí, así es. Pero ¿cómo escribiríamos sin esta estulticia?.
Creo que coincidimos en la presentación del libro de Luis Alberto de Cuenca.
Saludos.
Me quedo con la tercera, aunque creo pertenecer a la segunda, si acaso.
Para eso le tenemos amigo mio ,para aprender,directo desde los sentimientos.
Un abrazo de ida y vuelta.
Publicar un comentario