Solitaria soledad, tiempo que come:
los afectos, los cariños y la poesía...al carajo.
Aquí nada sirve,
solo el viento vano
de una atención impuesta por decreto ley.
Y a veces,
cuando Dios lo quiere,
rezuman los versos
de la pluma caligráfica
y la vida cotidiana
que en nada
se parece al verso.
Altarcitos y privilegios
-
Es un privilegio entrar en casa de alguien siempre. Y así lo tengo, por
privilegio.
***
Subimos a casa de I., su piso soleado, la luz entrando con tod...
Hace 5 días
2 comentarios:
Ya lo dijo D. Guillermo: Devouring time y lo tuyo no le desmerece en pleno s XXI.
Un abrazo.
El tiempo come y alivia a veces,menos mal que tengo tu poesía.
Abrazos de ida y vuelta repartidos.
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