Solitaria soledad, tiempo que come:
los afectos, los cariños y la poesía...al carajo.
Aquí nada sirve,
solo el viento vano
de una atención impuesta por decreto ley.
Y a veces,
cuando Dios lo quiere,
rezuman los versos
de la pluma caligráfica
y la vida cotidiana
que en nada
se parece al verso.
De la emoción al desencanto
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Me emociono porque veo que ha salido una novela sobre la Parabere, la
marquesa que no era tal, yo, que tan fan que soy de los libros de recetas y
de coc...
Hace 1 día
2 comentarios:
Ya lo dijo D. Guillermo: Devouring time y lo tuyo no le desmerece en pleno s XXI.
Un abrazo.
El tiempo come y alivia a veces,menos mal que tengo tu poesía.
Abrazos de ida y vuelta repartidos.
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