lunes, 11 de abril de 2011

Cuaresma. Las miradas del Amor (VI)


El Santísimo  Cristo del Calvario es una talla esculpida por  Francisco de Ocampo en 1612. Francisco de Ocampo Felguera (Villacarrillo, Jaén 1579-1639) fue un escultor español del Barroco
 Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Presentación

Real Parroquia de Sta. María Magdalena


Cristo ha muerto en La Magdalena. Con la sola música del silencio, Jesús avanza entre cuatro hachones de tiniebla. El rostro afilado y el rigor muscular afligen a los fieles que lloran sin lágrimas su pena.
Madre de la Presentación, con dolor, sin dramatismo y plena de belleza, observa desde lejos a un hijo que se ha entregado en vida a los suyos. Está sujeto por tres clavos o rosas de sangre y coronan su divina testa tres potencias con estrellas de ocho puntas, coronel del cielo.
Calvario: negro ruan de la noche negra de cola.

Imágenes artísticas del fotógrafo y escritor Ramón Simón en su magnífico blog Sombras pequeñas

4 comentarios:

Ángeles dijo...

Que bonito.

América dijo...

El acercamiento que hace al rostro es espectacular ,estremecedora la expresión (lo vi en el blog de tu compañero),del texto que digo...Todo cuanto diga sobra, es hermoso y rinde tributo a tan hermosa imagen.

De ida y vuelta montón de abrazos.

Anónimo dijo...

Muy acertadas las metáforas de clavos a rosas .Y "el coronel del cielo"...acertadísimo.Enhorabuena a los dos.AnónimoE

Cruz de guía dijo...

Estrella...Amargura...
Esperanza... Soledad..
Camina llorosa la dolorosa Madre del Salvador