La lluvia rompe el silencio de los tejados
y espanta impenitente a los gatos
amantes de la uralita.
Se han quedado vacías, tristes, las calles.
Hoy solo cantarán saetas las nubes,
con su voz ronca y desacompasada.
Qué injusto es, Dios mío, el tiempo (también el meteorológico).
5 comentarios:
Sic,
abrazos
Impactante tu tiempo (también el poético)
Un abrazo.
Y que lo digas...
Gracias, chicos, muchas gracias
Desde aquí tambien lo lamentamos,eso tiene el tiempo no está en nuestras manos.
Unos cuantos abrazos de ida y vuelta repartidos.
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