lunes, 28 de diciembre de 2009

Elogio de la lectura


Anteayer fui con mi familia a un centro comercial para hacer unas compras navideñas. Los niños quisieron perderse un rato y nosotros se lo agradecimos porque así disfrutaríamos de unos momentos de tranquilidad y de la posibilidad de comprar regalos de reyes sin que se coscase nuestro hijo pequeño.
Al cabo de una hora nos vimos en el punto acordado y nuestro hijo mayor traía un pequeño paquete para regalarme. Había invertido en él parte de sus aguinaldos.
- Toma, papá, te he comprado un libro. Creo que he acertado, porque tiene la misma pinta y tamaño que los que te lees.
Lo adoro.

27 comentarios:

Madison dijo...

Y no me extraña que sientas esa adoración, mientras leía tu comentario me he emocionado.
Tener hijos es lo mejor que existe. Creo que los que los tenemos deberiamos sentirnos siempre afortunados.

Máster en nubes dijo...

Oye, ¿qué edad tiene? ¿Conoce ya a Ayala? ¿O tenía quien se lo dijo al lado? Estoy un poco impresionada. ¿Son así los niños en Sevilla? Qué barbaridad...que kurtura hay...

Saludos de niebla levantándose en Madrid (tarde de paseo después).

Capitán dijo...

Te lo cambio (¿el libro o el niño?)

José Miguel Ridao dijo...

Entrañable anécdota, amigo. Enhorabuena por el niño que tienes.

Las hojas del roble dijo...

Gracias por compartir mis emociones, Madison. Comparto yo tu opinión sobre el privilegio de los hijos.

Las hojas del roble dijo...

Tiene trece, Aurora. No conoce a Ayala, lo que pasa es que es un gran tipo y quiso agradarme. Me lo como.

Las hojas del roble dijo...

El libro por supuesto, Capi.

Las hojas del roble dijo...

Gracias, Ridao. Enhorabuena a ti por tu casi media docena...

Juan Carlos Garrido dijo...

Menudo talento para reconocer los libros por el color y el tamaño. Seguro que sería un crack como crítico literario.

Un abrazo y felices fiestas.

Las hojas del roble dijo...

Como andan las cosas, no me extraña, Juan Carlos.
Un abrazo.

Las hojas del roble dijo...

Todo llegará don Lucena.
Un abrazo.

Juan Antonio González Romano dijo...

El niño sale a la madre :-)
Un abrazo, hermano.

Las hojas del roble dijo...

¿A quién si no, Juanito?

Rafa Parra Soler dijo...

Hola! ¿Eres Julio Ariza? En tal caso, es un placer descubrir tu blog para poder participar en él.

Saludos cordiales

Fernando Moral dijo...

Qué arte tiene el enano. Claro que de casta le viene al galgo. Le habrás pedido una dedicatoria...
Un abrazo.

América dijo...

Entrañable,quien ha recibido el mejor regalo de Reyes eres tu.

Una anécdota para recordar por siempre,tierna ,dulce y tan plena de amor que emociona.

Un abrazo de ida y vuelta,ya sabemos de donde ha heredado ese gusto...

América dijo...

Tendrá 13 pero es observador y adora a su padre.

Vamos es que me quedé cortita!

Otro abrazo!

Las hojas del roble dijo...

Llámame Julio, sólo JUlio...
Un abrazo y bienvenido, Rafa

Las hojas del roble dijo...

El gusto lo ha heredado de mí, que para eso me gusta la madre, Fernando.

Las hojas del roble dijo...

Además de verdad, América.
Te digo lo mismo que a Fernando.
Mil abrazos de ida y vueta.

Juanma dijo...

Qué bonito. Ay, yo ya pienso que algo así me pueda pasar en unos años. Enhorabuena, besos para todos.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¡Qué grande eres!

Tanto como tus libros.

Las hojas del roble dijo...

Te pasara, Juanma: no te quepa la menor duda.
Un abrazo, amigo

Las hojas del roble dijo...

¿Qué libros, Javier? Yo no tengo de eso.

Un abrazo y enhorabuena por el premio.

Alejandro Muñoz dijo...

Para que luego te entren esas ganas de darle collejas... cuando te pone de los nervios.

Qué pedazo de artista.
Va con el nombre.

Rosna dijo...

Hojas del roble , nada más que agregar a esta bella entrada , un broche de oro para cerrar el año .
El amor más puro de un hijo que maravilloso regalo .
Sé muy feliz querido sensei .

Me emocionó mucho esta entrada .
Un abrazo enorme para usted y si me permite a toda su familia desde la isla .
Rosna

Las hojas del roble dijo...

Abrazos para ti de todos nosotros, Yuriko.