El profundo sosiego de las cosas
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En días de tribulación cuánto consuela la lectura de Séneca, el filósofo de
la serenidad, el autor, precisamente, de las "Consolaciones".
El primer auto...
Hace 1 día
18 comentarios:
Im-prezionante. ¡Si Confucio levantara la cabeza...! Se le caía la baba con la miss seguro. Abrazos.
No, si buena sí que estaba..., Ridao
Camisetas con mucha pechera y escote. ¡Seguro!
Las cosas de la vida Julio, las cosas.
Seguro que estaba buena, no había leído a Confucio, y sus camisetas se venderán más que los libros de Ridao.
Un abrazo.
Seguro que sí, Ale.
Saludos
Seguro que vende camisetas, Javier, qué cosas, ¿verdad?.
Blogabrazos
Si lo vi también,pero haciendo de abogada del diablo no son preguntas para un certamen de belleza,lo lógico seria preguntas quizás mas dificiles pero mas cándidas en sus respuestas ....jajajaj.....
En cuanto a las camisetas....Bueno ...Un saludo enorrrrmeeeee si cabe mas.
Llevas razón, América. No lo son.
Se trata de uno de esos absurdos de los concursos de belleza por el que pretenden convencer (¿a quién?) de que lo que se juzga no es solamente un cuerpo escultural.
Vamos a lo que vamos: si está buena, yo quiero una foto de la miss con la camiseta (la camiseta no creo que me sentara a mí igual de bien...).
¿Este confucio es amigo de Bruce Lee, el del agua?
El mismo, Miradme, primo de Pili, la que inventó el televisor.
Cierto es que no miden eso, Juan.
Esto me recuerda a un locutor de radio que entrevistaba a un poeta el cual dijo que iba a leer un soneto. Y el locutor dijo: Sí, pero que no sea muy largo, porque nos vamos a publicidad.
Borrico el locutor. Saludos, Jesús
¿Por qué será que soy la única fémina que comenta esta entrada? Anda que en qué momento me estreno con tu blog, Julio.
Gracias por tu comentario de bienvenida.
Un abrazo.
Bienvenida a mi rincón, Leticia. Me alegra verte por estos lares blogueros.
Hola Julio, me he pasado de blog para darle una leída al tuyo y la verdad que tu entrada me dejó atónita.
Era de esperar ese tipo de respuesta. Aunque parezca una verdad de perogrullo, las damas que llegan a la pasarela, no llegan precisamente por su capacidad intelectual ni a nadie le interesa que así sea. Lo único que no entiendo es esa insistencia de los organizadores en poner al descubierto lo único que llevan tapado (o no), la total ignorancia.
Cariños.
Bienvenida, Liliana, a mi rincón. Lo cierto y verdad es que los organizadores humillan muchas veces a estas chicas.
Abrazos a ti también
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