El coso estaba hasta la bandera y el público, enfervorecido, esperaba con ansiedad a que sonasen los clarines. En aquel momento surgió la sorpresa: una chica ligerita de ropa, con unos shorts que se le pegaban a las nalgas y una camiseta muy corta que dejaba ver el nacimiento de sus pechos saltó al ruedo. Llevaba un cartel en el que se mostraba una clara leyenda: Pan de Alcalá a 3 euros la pieza. La plaza enmudeció y un silencio cortante se convirtió en la única atmósfera. Junto a la puerta del Príncipe se adivinó repentinamente la imagen de un joven esbelto que portaba en su mano derecha una faca de dimensiones respetables: el silencio se convirtió en gritos de pavor. Brilló el acero. El chico se dirigió hacia la mujer y la empitonó por la cintura.
- Gracias, chaval. No veía la manera de quitarme la etiqueta: lo cierto es que me molestaba bastante.
- Gracias, chaval. No veía la manera de quitarme la etiqueta: lo cierto es que me molestaba bastante.
18 comentarios:
Impactante, Julio. Me dejas sin palabras...
Gracias, Ridao. El relato es hijo de un sueño y de Dalí
Pa mojá pan, Julio. El de Polvillo es más barato, aunque no me fio de ti, ¿qué tipo de pan vendía por ese precio?
En el ruedo, siempre pitones...
Pitones o Polvillos, yo lo compro en Casa Maestro.
Y no está a ese precio.
Buen sueño, buena imagen, y me quedao enmudecio, maestro.
Un abrazo, y dos orejas.
Pan de Alcalá, Ale, que es muy bueno...
Se agradecen las dos orejas, maestro Sánchez, que yo rabo no quiero.
Muchos tipos hay, Juan
Maestro Julio, como podrá comprobar, ni se lo he ofrecido, es una ordinariez.
Tú y yo nos quedamos con las peras de la panadera.
Abrazo hondo y media verónica.
Anda que no, Javier...
Una entrada plena de imagenes,ahora seguro que algo me pierdo,el relato es hijo de un sueño de Dalí,debo estar perdida por que lo que me viene a la mente es sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar de Dalí,es decir que ahora debes sonreir pensando en que hoy tengo la "chispa atrasada"....Y no me entero de nada.
Querida América:
el sueño no es de Dalí, sino mío. Lo que ocurre es que lo he mezclado con imágenes del catalán que me vienen a la mente.
Gracias por tu desasosiego.
Abrazos
Jajajaja...Estaba pendiente de tu respuesta ya lo sabia,,,de donde asocie lo otro jajajaaj,sera usted compresivo.
Yo soy como Manolo Escobar, que no le gusta que a los toros...
Surrealista, amigo
Surrealista, como yo, Miradme
Arte, tú lo que tienes es mucho arte, América
Hoy no te digo ná ... ¡ musho b...!
Pobre Betis, Leticia
Publicar un comentario