Levantarse cualquier mañanaMientras tanto, y como siempre,
es un acto cotidiano y a la vez épico
de generosidad con uno mismo.
El primer cigarillo, el café recalentado
y la ducha vivificante,
nos devuelven a la nada
real de nuestra vida.
Elegir pantalón, camisa y zapatos
(adecuados, por supuesto)
se conviete en un rito
de onanismo visual.
ella nos observa
al otro lado del espejo...sin pudor.
EL ALMA DE LA MÚSICA
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*Recuerdo, por ejemplo, de la época de mis primeros años de juventud,
que un día nuestra cocinera, con lágrimas en los ojos, irrumpió en la
...
Hace 14 horas
1 comentario:
Recuerdo este poema y que me impresionó el final. Felicidades a Julio. Y a Alejandro por recordárnoslo.
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