La luna, barnizada de brillo,
controla lejana el universo.
Un avión, maldito engendro mecánico,
la rompe por la mitad
con luces de sangre roja y azul,
estelas de hacha sin filo.
Aristocrática luna, que abrazas la fe de la ausencia,
disculpa esta intromisión
en tu intimidad antigua.
EL ALMA DE LA MÚSICA
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*Recuerdo, por ejemplo, de la época de mis primeros años de juventud,
que un día nuestra cocinera, con lágrimas en los ojos, irrumpió en la
...
Hace 14 horas
2 comentarios:
Me gusta esa luna aristocrática y señora.
Muchas gracias, Cotta. Un abrazo
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