Con un deshidratado canotier,
signo inequívoco de quiebra
del vodevil de la vida.
Con una corbata de rayas
azulonas y grises
y un pañuelo rojo
con topos verdes,
pasea decadente
bajo el sol anciano de
la tarde (obsérvese la billante hipálage).
Ha mirado el reloj,
ya son las siete,
hora de alcohol y humo en el casino...
Oh, no, humo no...eso era antes.
Abstinencia (y no solo de los bajos), muerte en vida.
Pensamientos y aforismos de Sofia Petrovna Soymonova
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¿Qué es resignarse? Es poner a Dios entre el dolor y uno mismo.
Nuestra vanidad es constantemente la enemiga de nuestro amor propio.
La crisálida es la ...
Hace 22 horas
4 comentarios:
Ya era hora, mariquita. Qué adecuación al momento la de esta fresca decadencia (nótese el obligatorio oxímoron, y digo obligatorio porque tu verso siempre es fresco, aunque hable de decadencia).
Ea, ya no te echo más flores, que te vas a volver tonto. Ahí te quedas.
Confirmo las palabras de Fernando: lo de la hora y lo de mariquita.
Echaba en falta tus versos y tu espléndido sentido del humor.
Un abrazo, hermano.
Qué buenos amigos sois, cojones
De verdad que me ha encantado... Un abrazo.
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