Creo que a veces es más difícil
seguir un camino que encontrarlo
y pedir perdón por gritar
cuando se le han visto las garras
a un lobo que no existe.
Y en el fondo, ¿qué más dan
veinte minutos que sesenta
o tres vueltas que dos?
Nuestra vida no es un microondas
ni un horno convencional:
es una flor que a veces miramos
incapaces de olerla.
Ni Vox ni voto
-
"Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
-soy de la raza mora, vieja amiga del Sol-,
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo el alma de nard...
Hace 3 horas