Y el pequeño Drake se hizo un hombre y se echó a la mar. Ahora sí sabía de su imposibilidad definitiva de pintar ballenas, pero tenía otras habilidades, como la de comerse setenta sardinas sin levantar la mirada del plato y tragarse cinco litros de ron sin respirar: un buen pirata, pero un mal dibujante.
Hace 19 horas
14 comentarios:
Ese Drake, me va sonando amigo, me va sonando.
¿Eran sardinas o espetos?
Depende de la quincena, querido Javier.
Estás en todo Julio. Prefiero las caballas.
Y llegó a Sir sin dibujar, cómo Ale se entere verás.
Si Ale lo hubiera cogido por banda, sabría dibujar, Capitán.
Por supuesto ahí te va un abrazo!
Sí, hay algo que me estoy perdiendo Julio!,en fin que que no dibuje a esta altura carece de importancia,tener resistencia para tomar tal cantidad de ron no,,no, es fácil...
Viva el ron fresquito, América
Y Drake creció , sin dibujar ballenas ,creo que él prefiere verlas en el mar , un secreto ... ( se lo digo despacito Julio san: Drake aprendio el lenguaje de las ballenas ).
Gracias por este relato ,en mi noche . Ah creo que seré ballena ... ya no me gustan las sirenas :-)intentaré tomar litros de ron ...eso si ,ron cubano yupissssssssssssss ... unos buenos Mojitos .... salutteeeeeeee
Chuiskisssssssss
Yuriko
Es verdad, Rosna. Lo aprendió.
Salud con el ron.
jajaja Julio san .... leía su entrada de Tango .... por cierto le deje un tanguito ... ahora brindemos con ginebraaaaaaaa ....
Yuriko
Brindemos, Yuriko
Y Drake, tras despoblar los océanos y diezmar las plantaciones de caña, había logrado entrenar su cuerpo para la misión que le había reservado el destino: alto cargo de una administración autonómica (algo así como coordinador de relaciones ínter territoriales).
Saludos.
O secretario general de igualdad con los corsarios, Juan Carlos.
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