Aun conocedor de su destino, el hombre pequeño que vive en la lata de Coca-cola lucha desesperadamente para no caer en las fauces del gigante de dientes amarillos que se la está empinando (la lata): detesta el olor a nicotina.
Perdese.- Annie Ernaux
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*Contraportada:*
Narrado en forma de diario íntimo, Ernaux nos cuenta en Perderse la
relación sentimental que mantuvo en secreto durante varios años co...
Hace 1 día

1 comentario:
Bueno, de vez en cuando, no está tan mal cambiar de hogar.
Salud-os
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