jueves, 30 de octubre de 2008

Los espejos de hotel nunca perdonan y son como animales de montaña

Dijo Luis García Montero que los espejos de hotel nunca perdonan y son como animales de montaña. Yo amplío el espectro zoológico a los espejos de escuela.
Ayer salí a desayunar como todos los días durante el recreo (ingenuamente llamado segmento lúdico en los primeros momentos de la LOGSE). Al volver, noté que tenía los ojos irritados y decidí librarme de las pequeñas costrillas que me molestaban en ambos lacrimales. En ese momento- horror de los horrores- descubrí que en los últimos años mis carrilladas se han llenado de arrugas. Supongo que serán los surcos de la experiencia, aunque a lo mejor serán de la edad. No pasa nada, sé que sigo gustando a las veinteañeras y eso me agrada, je, je.

viernes, 24 de octubre de 2008

El día de la biblioteca

Se celebra hoy el día de la biblioteca, y en el programa "la radio de los blogueros" de PUNTO RADIO han estado reflexionando sobre este magnífico lugar de encuentro que da, por cierto, título a mi blog.
Escuchando, que no solo oyendo, a mi amigo Juan Antonio (el Profe de Ah de la vida) me ha venido a la mente una ingente multitud de recuerdos de cuando estudiábamos en la biblioteca de manuales de la Facultad de Filología, en la Hispalense: allí, en aquel rincón del alma mater, pasamos muchos de los mejores momentos de nuestra vida académica y personal; allí fraguamos una amistad ( los CINCO JOTAS: Beatriz, Alberto, Alonso, Juanito, Julio) que perdura y se renueva al menos una vez por semana ( como los polvetes de los currantes) ; allí también me enamoré de una niña que hoy es mi compañera de viaje, la persona que me ha dado a mis otras dos razones para seguir en el camino y a la que debería decirle más veces al día que la quiero.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Una lentejita

Ha llegado el otoño
danzan las nubes:
melancolía

martes, 14 de octubre de 2008

Menú bohemio


Hoy,como tantos otros días, me he quedado a comer en el bar de enfrente de mi colegio, y, como tantas otras veces, se me ha ocurrido reelaborar la carta de tapas y probar a pedirle a mi amigo José Luis (que dejó su sangre en Montevideo para ofrecer su sudor a España) empleando la nueva denominación de tapas. Esta fue la carta que salió:
- Aceitunas desfloradas
- Cadáveres de pescado en adobo
- Trozos de cerdo muerto ensartados en palo de alambre
- Despojos cárnicos varios a la madrileña
- Intestino relleno de sangre cuajada (de Burgos)

Después de espetarle a Jose todas estas delicias (de las que, por cierto, me puso sólo las aceitunas), lo cierto y verdad es que se me quitaron, se nos quitaron las ganas de comer: creo que ha sido el peor día de su negocio (económicamente hablando)

lunes, 13 de octubre de 2008

Reinaugurando

Mi antiguo blog, o, mejor, las obligaciones derivadas del mismo, me hastiaron. Pero ahora me dispongo a entrar de nuevo en el fragor de la batalla scriptoria: que las musas y otras marcas de mayonesa (que no mahonesa, vulgaridad la justa) me sean propicias.