Levantarse cualquier mañanaMientras tanto, y como siempre,
es un acto cotidiano y a la vez épico
de generosidad con uno mismo.
El primer cigarillo, el café recalentado
y la ducha vivificante,
nos devuelven a la nada
real de nuestra vida.
Elegir pantalón, camisa y zapatos
(adecuados, por supuesto)
se conviete en un rito
de onanismo visual.
ella nos observa
al otro lado del espejo...sin pudor.
Cardo de oro
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Este cardo con sus flores de oro en mitad del yermo, imagen de lo que somos.
Seres abandonados en el desierto del tiempo con corazas de espinas que, de
p...
Hace 2 días
1 comentario:
Recuerdo este poema y que me impresionó el final. Felicidades a Julio. Y a Alejandro por recordárnoslo.
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