Hace más de veinte años
que, compañeros de viaje,
dejamos de mirar el reloj
o preguntarnos por el sentido
de las cosas que no lo tienen.
Nos hemos despojado
de chaquetas que no nos visten
y sombreros que no nos cubren:
envejecemos juntos : tú, como los buenos vinos,
aromática e intensa; yo,
como la fruta caduca,
ácido, arrugado e impertinente,
haciéndote poemas de estos chocantes
para celebrar tu cumpleaños.
Cardo de oro
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Este cardo con sus flores de oro en mitad del yermo, imagen de lo que somos.
Seres abandonados en el desierto del tiempo con corazas de espinas que, de
p...
Hace 2 días
1 comentario:
Precioso y elegante. Me hubiera gustado felicitarla en persona. Besos a ambos.L-na
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