Dime tú, onirista,
si sabes calcular
la edad de mis sueños
(si son nuevos
o están caducados
por la baba lasciva del reloj).
Y en los cálices de plata
del olvido
beberemos las últimas
gotas de mi desesperación.
Cardo de oro
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Este cardo con sus flores de oro en mitad del yermo, imagen de lo que somos.
Seres abandonados en el desierto del tiempo con corazas de espinas que, de
p...
Hace 2 días
4 comentarios:
100% Ariza, 100% de mi gusto.
Un abrazo.
Va bene, Julius, va.
Alonso
Sin desesperación,absolutamente hermoso.
Abrazos de ida y vuelta.
Aunque uno los estrene, los sueños jamás son nuevos.
Salud, maestro.
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