Dime tú, onirista,
si sabes calcular
la edad de mis sueños
(si son nuevos
o están caducados
por la baba lasciva del reloj).
Y en los cálices de plata
del olvido
beberemos las últimas
gotas de mi desesperación.
martes, 4 de octubre de 2011
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4 comentarios:
100% Ariza, 100% de mi gusto.
Un abrazo.
Va bene, Julius, va.
Alonso
Sin desesperación,absolutamente hermoso.
Abrazos de ida y vuelta.
Aunque uno los estrene, los sueños jamás son nuevos.
Salud, maestro.
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